Hasta siempre, abuelo


La pasada madrugada perdimos a uno de los aragoneses más queridos, respetados y admirados, y no sólo en Aragón: José Antonio Labordeta. Escritor, poeta, cantautor, profesor de Secundaria (ejerció muchos años enseñando Geografía e Historia de un instituto de Teruel), presentador de televisión (muy popular por su programa "Un país en la mochila"), político (representante del partido aragonés Chunta Aragonesista en el Congreso de los Diputados , donde, a pesar de sonados enfrentamientos verbales, fue también muy querido y respetado, como demostró la ovación con la que fue despedido). Pero sobre todo, "abuelo" de todos los aragoneses (y algún que otro adoptado, como yo), que con este apelativo le mostraban el cariño sincero que despertaba allá donde iba.

Se ha ido tras luchar cuatro años contra una enfermedad traicionera, sin perder jamás el buen humor ni las ganas de seguir haciendo lo que hacía desde siempre: luchar honestamente por aquello en lo que creía (la libertad, su tierra aragonesa, la justicia) utilizando como armas la palabra, la música y su presencia.

Se ha ido, pero dejando una enorme herencia a todos aquellos que lo llamaban "abuelo": una maravillosa lista de canciones emblemáticas, un puñado de libros, la dignidad con que llevaba su aragonesismo a todas partes,todo lo que enseñó dentro y fuera de las aulas, y, sobre todo, el recuerdo de su figura, su forma de ser y de hacer las cosas, su ejemplo.

Por eso, aunque se ha ido, sigue aquí, con nosotros, para que podamos decirle, entre otras muchas cosas, gracias. Muchas gracias, abuelo.



Somos
como esos viejos árboles
batidos por el viento
que azota desde el mar...


(Algunos consideran este "Canto a la libertad" de Labordeta el verdadero Himno de Aragón, y mucha gente se ha movilizado porque se convieta en el oficial)



Adios a los que quedan y a los que se van tambien
Adios a Huesca y provincia, a Zaragoza y Teruel


Y ésta es la albada del viento, la albada del que se fue,
que quiso volver un dia , pero eso no pudo ser.


Las albadas de mi tierra se entonan por la mañana
para animar a las gentes a comenzar la jornada.


¡Arriba los compañeros!, que ya ha llegado la hora
de tener en nuestras manos lo que nos quitan de fuera


Que sta albada que yo canto (y) es una albada guerrera,
que lucha por que regresen los que dejaron su tierra

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