Nuestros caminos







Caminante, son tus huellas
el camino y nada más;
Caminante, no hay camino,
se hace camino al andar.
Al andar se hace el camino,
y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca
se ha de volver a pisar.
Caminante no hay camino
sino estelas en la mar.

ANTONIO MACHADO

El siguiente texto que vais a escribir va a estar inspirado en gran medida en El camino, de Delibes, en el que Daniel, el Mochuelo,  evocaba, la noche antes de abandonarlo para siempre, lo que había sido su vida en el pueblo durante sus 11 años.

Pues bien, vosotros vais a hacer algo similar. Imaginad por un momento que, por el motivo que sea (eso también formará parte de vuestro texto), tenéis que abandonar el lugar donde vivís para iros a vivir a otro. Es decir, que estáis a punto de dejar lo que hasta ahora ha sido vuestro mundo para cambiarlo por otro nuevo y desconocido (tal vez llegue algún día ese momento, tal vez el cambio sea más suave... quién sabe).  Evocad todos los recuerdos que guardaríais para llevaros.

Podéis remontaros a vuestro primer recuerdo de la infancia (o incluso lo que vuestros padres os han contado sobre vuestro nacimiento, por ejemplo, o la elección de vuestro nombre, o ese período de la infancia que apenas podemos recordar), e ir llegando hasta la actualidad, seleccionando aquello digno de ser recordado por el motivo que sea (generalmente, los motivos son sentimentales, y por tanto, muy personales: un suceso desde fuera trivial puede haber sido muy significativo para vosotros). No hace falta un relato lineal: narrad momentos sueltos, hablad de personas, de lugares, de sucesos. Contad los recuerdos como nos suelen venir a la cabeza: por asociaciones de ideas. Dejad que una idea os lleve a otra. Podéis hablar de familiares, de amigos, de conocidos,de amores, de anécdotas propias y ajenas, de momentos, de situaciones, de lugares, de objetos, de cosas alegres, tristes, dulces, tiernas, graciosas, curiosas o o entrañables, de vosotros y de vuestro alrededor... Y contadlas, procurando captar "el alma de los hechos", es decir, aquello que hace que todo eso sea importante, especial o memorable (en el sentido de digno de ser recordado) para vosotros.

Como todos los escritores cuando se disponen a crear un relato, tenéis tres opciones básicas:
  1. Hacer un texto autobiográfico y verídico 100% . Usad la memoria y usad las palabras para vestirla. Si queréis, sed fieles  a la realidad, a vuestra realidad. Si lo hacéis bien, os puede quedar un bonito texto que os sirva de recuerdo dentro de unos años...
  2. Escribir un relato ficticio: es decir, inventaos a un personaje (parecido o distinto a vosotros) que tiene que dejar su mundo y su entorno, y evoca y describe ese entorno, y nos cuenta algunos de sus recuerdos en primera persona.
  3. Mezclar ficción y realidad (que es lo más habitual en literatura); es decir, incluid en el relato ficticio algunos detalles, anécdotas o personajes basados en vosotros y vuestro alrededor; o bien incluid en vuestro relato autobiográfico anécdotas de otras personas, cosas exageradas o directamente inventadas.

Cuando tengáis el texto, buscadle un título bonito, releedlo para corregir errores o mejorar algún detalle, la expresión, la puntuación, la ortografía (ya sabéis: esas cosas con las que los de Lengua nos ponemos taaaan pesados), y venid con él a clase el miércoles 18 de Mayo.

¡Ah! Y los que tenéis blog, subidlo (como todo lo que en este blog se agrupa en la etiqueta "Taller de escritura"),  con imágenes, canciones y todo lo que queráis.

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